Expresión Creativa
Las clases de Expresión Plástica nacen con el interés de ofrecer un Espacio de Expresión y de Creación, siempre desde un Acompañamiento Respetuoso al trabajo creativo del niñ@, permitiendo que cada niñ@ desarrolle su propio lenguaje plástico natural y lo explore sin miedo.
Cuando la Expresión Artística se desarrolla en un marco de cuidado, en un entorno adecuado, con los medios apropiados y con un acompañamiento centrado en la no intervención y en el respeto profundo al proceso en curso, florece la expresión genuina de cada niñ@.


A través de este tipo de trabajo,
Aprenden a MIRAR: la percepción estética. Pensamiento visual.
Aprenden a ACTUAR: la práctica de las posibilidades de expresión. Pensamiento Analítico.
Aprenden a HACER: la aportación de las técnicas. Pensamiento práctico.
Aprenden a APROVECHAR: El aprendizaje de procesos. Pensamiento deductivo.
Aprenden a CONOCER: El descubrimiento del ámbito cultural. Pensamiento convergente.
Aprenden a INVENTAR: El desarrollo de las capacidades de creación. Pensamiento divergente.
Aprenden a APRECIAR: La evaluación de las realizaciones y de las obras. Pensamiento crítico.



El Método para conducir los procesos de Expresión Creativa de los niños, se sustenta en tres pilares:
- Respeto: De forma integral hacia la persona que llega al taller, que está en un momento madurativo propio independientemente de su edad física, que tiene unas circunstancias familiares y sociales, van a condicionar su manera de pintar y modelar, la forma de relacionarse conmigo y con el grupo. Respetamos al otro cuando le dejamos SER sin expectativas, sin juzgarlo, sin compararlo.
- Apoyo: Se traduce en facilitarle la parte práctica, teniendo los colores preparados, alcanzándole un pincel más grueso, añadiendo más papel, amasando el barro si está demasiado duro, etc.
- Acompañamiento: Estamos al lado del niño, no nos adelantamos a sus descubrimientos, a sus necesidades. Caminamos a su lado y a su ritmo. No le enseñamos. Miramos con él lo que aparece en su obra, le damos claves (cuando se atasca, cuando aparecen los “no se”) para continuar, con un lenguaje abierto que le permita encontrar sus propios recursos, solventar los problemas.
Nuestra presencia y confianza en su capacidad creadora van a ser el motor que dará alas al niñ@ y lo sumergirá en la exploración e investigación de los materiales y sus posibilidades para expresarse y crear con ellos y con ello CRECER.

